martes, 5 de abril de 2011

Internacional

Y hubo viaje, hubo aviones, hubo un hotel y sus noches y días. Y hubo conciertos. Sí, hubo conciertos!! Hubo amor, hubo sexo; hubo música, hubo calor. Hubo comida rara, hubo taxis vacunos y siempre hubo ella.


Otro exitoso fin de semana, pero esta vez en otro país. Días completos para quedarme con ella y estar de ella. Fue un fin de semana completo de tener su piel suave, de poder hundirme en su cuello, de tenerla abrazada desde atrás, besarle el cuello y que voltee con una sonrisa preciosa para devolverme un beso. Música genial que nunca pensé en ver en concierto, porque la descubrí ya de grande y porque en mi país no tocan bandas así de grande; pero con ella nos fuimos y vivimos todo genial. Y así emocionadísimo, escuchando en vivo música que he escuchado cientos de veces hasta rayar el disco, ella me besó. El único beso que quiero tener y el soundtrack de mi vida al fondo. De verdad te digo que en Chile, escuchando lo horrible que habla la gente y los taxis caros, tuve una de las mejores experiencias de mi vida que la compartí al lado de mi chica de pecas y riquísima piel.


Quiero vida contigo, preciosa. Descalzos en ropa interior y un bebito. El sol que quema poquito, Best Coast suena despacio y te ríes y ella también.



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